Hablemos con Dios
Al despertar cada día, es posible pensar en todo lo que debemos hacer y cómo lo vamos hacer. En nuestra rutina diaria accionamo automáticamente, reflexionamos sobre el tiempo y continuamos para lograr y dar por termina da todas las actividades que han sido o no planificada. El tiempo se convierte en un oponente de nuestra vida, sin lugar a duda, es el más fuerte obstáculo que debemos vencer; nos agitamos, y muchas veces, no logramos la mayor parte de los objetivos, entonces viene el desánimo. La palabra de Dios dice: echando toda ansiedad sobre Él, porque él tiene cuidado de vosotros ( 1 Pedro 5; 7) Por mi parte, creo que la mejor manera de iniciar el día es con la la oración , ante todo, doblar mis rodillas y conversar con Dios. Hablando con Él creador me siento más segura de mi misma, y no es para menos, pues es Dios, quien me escucha y me invita a caminar en un mundo seguro a su lado. Esa debe ser nuestra fe. La oración es la forma de comunicar a Dios lo bueno y lo